Si estuvieras
detrás de los silencios
que comenzaron a extrañarte
en la partida.
Si los lugares
que empezaron a nombrarte
dijeran su verdad y su mentira.
Cierra un poco las alas
que lo intento...
déjame volar con vos esta mañana
en el desrrumbo que me lleve
hasta tus cielos...
Aunque ya no pueda volver,
aunque no vuelva,
porque estaré más cerca de tu entraña,
de los espejos rotos de tu alma,
del color despiadado de tus ojos,
de las huellas que dejaron
los míos en tu cuerpo.
Déjame llegar hasta tu abrigo,
ese rincón suave de tus brazos,
a la caricia que me sigue creciendo desde lejos,
al tibio refugio de tu pecho.
Me bastaría un instante,
una palabra,
verte volar no más...
...dale.
Pablo Martini (octubredosmildiecinueve)