Toda esta distancia
certera, descarnada
un mar que me regresa y promete
unos ojos perdidos.
Frío de estas veredas
insomnes, bestiales
interrumpe un devenir
harto de ausencias.
Me envilezco en el sueño
y provoco al tiempo ensañado
entregando mis armas
como lágrimas
vaciándome de intentos
y vulgaridades.
Aún sin el esfuerzo
por encontrar respuestas
me entrego por completo
a lo que me convoca
más loco, menos extrañado.
Pablo Martini (agostodosmildiecinueve)
No hay comentarios:
Publicar un comentario