Este furioso gorrión
que desafía el viento
alguna vez fue pájaro perdido.
Y fue promesa de amor
fue libertario
voló sobre las mieses y los vinos
Fue huésped de arboles y nuves(R)
dejando solo las huellas de su asombro.
Sus ojos vieron el sol y las tinieblas
sus alas fueron musas y calvario.
Este pequeño nómade resiste
a las garras del tiempo y a los sismos
es una tentación para los brazos
un viejo patrón de ausencias
y un criminal consigo mismo.
Del bien y el mal
no sabe, no le importa,
sigue sus deseos al borde del mito
y no mide los riesgos
se abalanza sobre ellos.
Quiere ser deseado
subirse a los juegos
cantar entre amigos
amar a los vientos.
Pero sobre todo
ahuyentar el miedo.
Pablo Martini (agostodosmilveinte)
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