Ya no es hora
de palabras grises
mentiras alegres
y alucinados
No alberga la noche
las últimas verdades
ni las primeras
de un sueño violento
No arden los cielos
ni cruje la tierra
cuando nos alienan
a voluntad
Estamos desamparados
por nuestra conciencia
y nos galopa
la estupidez a diario
Mienten
los que miden la gracia
y la devoción
con el tiempo arrodillado
Vierten
a la sombra de la
ignorancia
las mismas palabras
que la generaron
Intentan
sembrar la muerte
donde
seguimos eligiendo la
vida.
Pablo Martini
(enerodosmiltrece)
Imagen (Vuist-violencia) Felipe Ferreira
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