
Despierto
la brasa no es aquella
ni esta
No alcanzan las manos
el sudor quema
los confines
de mi cuerpo expuesto
Estoy pariendo
un monstruo fantástico
vergüenza de charco
ridículo
partido de deseo
Mastico ganas
a la sombra perpetua
del instante
Dimito calvo
en algún desierto
de tijeras
Mi voz descarnada
peregrina las fauces
de un sueño tangible
escrutando
voluntades de libertad
recién cortadas
a Fabián San Miguel
Pablo Martini (juliodosmilsiete)
No hay comentarios:
Publicar un comentario