viernes, 2 de octubre de 2015

HUMANOS



Entonces
nos miramos a los ojos
ya no había lugar
ni tiempo para lágrimas
nos dijimos todas las palabras
como si con eso bastara
para anochecerse
para rendirse
en una capitulación
lastimera
inútil.

El cielo
estaba roto
y las astillas
amenazaban
todos los recuerdos.

¿A cuánto, la pena?

De pronto
el paisaje comenzó
a moverse de otra forma
más lento, mas leve
el blanco empezó a ganar espacios
los colores se agrisaron
nuestros cuerpos
iniciaron la metamorfosis.

Nada nos hace más humanos
que el desamor...
...y la falta.







Pablo Martini (agostodosmilquince)
Imagen: Escultura hiper-realista de Jamie Salmon

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